Reforestar es vida
Es una realidad que nuestro planeta año tras año va perdiendo grandes masas forestales, que cada vez son menos las extensiones de bosque y eso tiene repercusiones graves para el clima, la biodiversidad y nuestro futuro.
Según estimaciones de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), cada año desaparecen más de 13 millones de hectáreas de bosques en todo el mundo por diversas causas, todas ellas provocadas por los seres humanos, como la sobre-explotación y la tala ilegal, los asentamientos humanos, la conversión de bosques a tierras agrícolas y ganaderas, las explotaciones mineras y petrolíferas, la construcción de carreteras, los incendios forestales y la contaminación atmosférica, entre otras.
Los bosques cumplen importantes funciones, como servir de hábitat para las diversas especies o mitigar los efectos del calentamiento global, porque son los principales proveedores de agua y oxígeno.
Regulan el ciclo del agua. Recogen y almacenan el agua, ayudan a evitar las inundaciones.
Protegen los suelos. Ayudan a controlar la erosión y a evitar derrumbes y deslizamientos.
Los bosques protegen las cuencas hidrográficas que suministran de agua dulce a los ríos.
Contribuyen a regular el clima. Reducen los efectos del cambio climático generado por la humanidad.
Son la fuente de muchos recursos como madera, medicinas, alimentos, fibras y materiales de construcción.
Los bosques hospedan más del 80% de la biodiversidad. Son el hábitat de miles de especies de plantas, aves, mamíferos, reptiles y anfibios.
En INHALA cada año, durante las lluvias, llevamos a cabo nuestra temporada de reforestación (agosto) como parte de nuestro compromiso de aportar a la comunidad, hacer conciencia para frenar la pérdida de este ecosistema tan importante y detener el gran deterioro que están teniendo nuestros bosques y el planeta.
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