Quiero salir pero no se a dónde huir

La incomodidad puede ser tan abrumadora que provoca una reacción de querer movernos de lugar, hacer un viaje o incluso mudarnos de ciudad pues lo que deseamos es alejarnos de ese algo que ya no nos funciona o descubrir algo nuevo que nos llene de vida; nos lleva a pensar que no pertenecemos al lugar que nos alberga, incluso, que no hay a dónde huir, pero no siempre nos es fácil agarrar la mochila, empacar y salir para tener esa sensación de motivación por la aventura o por empezar algo nuevo.

Hasta este momento no habíamos tenido un suceso tan catártico en nuestras vidas, que nos orillara a querer y necesitar tanto un cambio. La llegada de la pandemia dio un giro inesperado a nuestro mundo. Tanto que nos mantiene “encerrados”, frustrados y estancados.

En estos meses, seguro varios, comenzamos a soñar con nuevos destinos o lugares donde vivir aunque sea algunos días para salir de esta incomodidad, y al final, siempre existirá un lugar como este bosque: El espacio ideal para sentirte segur@ y con toda la libertad y tranquilidad para reencontrarte sin nadie a tu alrededor; pero lo más profundo e interesante de este viaje será cuestionar ¿por qué quiero “huir”? En definitiva esta pregunta recae en la posibilidad de trascender lo que sea que nos moleste y aceptar la situación. Así que la respuesta en realidad no es salir corriendo a cualquier lugar; sin embargo, ir a @inhalamx o cualquier otro centro vacacional, permanecer en silencio, ver hacia adentro y cambiar desde ahí es un gran primer paso hacia superar ese malestar.

Al final, la única forma de escapar de un estado de incomodidad y de transformar algo es atravesándolo y no huyendo. Pues cuando no hay salida, la única posibilidad es ir hacia adentro. En este tipo de procesos emocionales, recuerda que la clave no es el lugar donde lo lleves a cabo, aunque definitivamente un rico baño de bosque como el que te ofrecemos puede beneficiar mucho tu proceso.